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viernes, 13 de junio de 2014

EL BALANCE ANUAL DE PABLO ROBLEDO DEPORTSITA PARALIMPICO

Para Pablo Robledo no hay imposibles. A la edad de 15 años perdió su pierna derecha y, a partir de allí, comenzó una nueva vida para él. El camino del olimpismo y el esquí de fondo lo llevó a lograr cosas que nunca se imaginó. 
Por Antonella Ferraro
 “Luego del accidente practiqué deportes como básquet y fútbol, pero en el 2001 conseguí un par de prótesis para deportes de alto rendimiento y luego de eso decidí representar a Argentina en ellos. Es lo que más me atrae. Comencé de matera amateur con el esquí y terminé profesionalizándome. Me recibí de instructor de esquí y fui perfeccionándome en la técnicas”, añadió el deportista argentino. 
 La vida lo llevó por distintos caminos y, en 2010, fue ésta la que lo encontró trabajando en Europa, momento en el que comenzó a hablar con la Federación Argentina de Ski y Andinismo (FASA), para poder participar de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi 2014. 
 Él lo cuenta de la siguiente manera: “Se hizo todo un proceso a partir de un crecimiento en la Federación, del entendimiento del deporte paralímpico de invierno y se trató de generar la posibilidad de poder ir a varias Copas del Mundo tres años antes de los Juegos". Además, Robledo agregó que "se trató de tener un roce internacional para saber donde estábamos parados. Se clasificó en diciembre de 2012 en Bocatti, Finlandia. De todas maneras, es un proceso que siempre conlleva muchísimos recursos para seguir los Campeonatos Mundiales. Pero se pudo trabajar bien con el apoyo del ENARD (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) y también se hizo todo el proceso lógico para clasificar a un Juego Paralímpico”. 
 Finalmente, Robledo clasificó a los Juegos y logró la mejor posición de un esquiador argentino en la historia. Sin embargo, aclaró que “en realidad el objetivo era llegar entre los 10 primeros, pero no se pudo.  Dí todo lo que más pude y ese es mi lugar. Yo corrí contra chicos de 24 años y tengo 38 años. Si bien estoy bien físicamente, a la edad de los chicos estás en la plenitud olímpicamente, con lo cual fue bastante difícil seguirle el ritmo a todos los que están ahí. Asimismo, fui el único que competió con una prótesis. El resto son todas personas que compiten parados, igual que yo, pero por ejemplo les falta un brazo. Y eso, a la hora de ciertas disciplinas, hacen la diferencia”. 
 No obstante, explicó que para él "el balance es positivísimo. Nunca se logró lo que se logró y cómo se logró. Yo creo que lo mejor que le pudo pasar al deporte argentino es haber puesto un deportista en esquí de fondo, y espero que para dentro de los próximos 4 años haya otro deportista o dos más. Esa es la intención de todos los atletas que viajamos este año. Y creo que también es positivo por el contagio que genera”.
 Sobre sus próximos objetivos, aseveró: “La intención es ir a Río 2016 para competir en el paratriatlón. Sigo entrenando y, en este momento, estoy cambiando el chip y entrenando para este deporte de verano”.
 Además dijo que su propósito es "quedarme ligado al esquí de fondo. Estoy presentando algunos proyectos en Neuquén para ver si se puede desarrollar el deporte de manera más integral y tratar de lograr un lugar en donde se pueda practicar el deporte en mi pueblo, generando un pista donde se pueda entrenar un atleta. La intención de la FASA es que yo también quede ligado un poco a la representación de los atletas, dentro del ENARD, lo que es importante para mí y mi futuro”.
 Pablo Robledo hizo historia en el deporte argentino de la manera que lo caracteriza: luchando.

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